En el artículo a continuación, puedes leer información sobre Herpes simple y su tratamiento. El objetivo de este artículo es mostrar información salud y nutrición con caracter estrictamente divulgativo que no pretende sustituir la opinión de un médico o un profesional de la nutrición. Si tienes algún problema de salud o dudas que tengan relación con este artículo, Herpes simple y su tratamiento, te sugerimos que consultes a tu médico o a un nutricionista.

El herpes simple es un virus que se transmite a través de las relaciones sexuales. Desafortunadamente, todavía no existe una cura definitiva para el herpes pero puede tratarse y controlarse mediante el uso de medicamentos, el cuidado personal y tomando precauciones para evitar su contagio a otras personas.
Tratamiento médico del herpes simple
Lo primero antes de comenzar un tratamiento contra el herpes es asegurarse de que se trata de esta enfermedad, por lo cual, es necesario tener un diagnóstico médico del herpes. Si quieres asegurarte de que realmente se trata de herpes, no intentes autodiagnosticarte. Acude a una cita con tu médico, quien podrá confirmarte que realmente se trata de un herpes y te prescribirá un tratamiento.
En muchos casos, el herpes no presenta síntomas. En otros casos, los síntomas del herpes son tan leves que es difícil reconocerlos. En algunos casos, el herpes presenta los siguientes síntomas:
- Pequeñas ampollas dolorosas que cicatrizan y se curan completamente en varias semanas y que suelen aparecer en los genitales o en las nalgas.
- Irritación en la piel del área genital, con o sin picor.
- Dolores frecuentes o malestar durante la micción.
- Síntomas parecidos a los de la gripe, tales como fiebre, dolores en las extremidades, especialmente la espalda y el cuello e inflamación de las glándulas.
Si te diagnostican herpes, tu médico te recomendará cuales son los mejores tratamientos en tu caso. Además de los medicamentos, también te aconsejará sobre las precauciones que debes mantener y cómo aliviar los síntomas. Debido a que no existe una cura para el herpes, lo principal es controlar los síntomas.
Una vez hablado con tu médico, debes tener claro en qué consistirá el tratamiento. El tratamiento te ayudará a reducir los síntomas cuando aparezcan brotes de herpes.
El objetivo del tratamiento del herpes es:
- Curar las ampollas de forma más rápida y eficaz.
- Reducir al mínimo la duración y gravedad de los brotes.
- Reducir la recurrencia de los brotes.
- Minimizar el riesgo de que el herpes se contagie a tu pareja.
Tu médico te prescribirá una serie de medicamentos antivirales que te ayudarán a reducir los brotes de herpes reduciendo la virulencia del virus que lo provoca o dificultando el proceso mediante el cual el virus se reproduce sobre la piel. El uso regular de antivirales también es útil para reducir el riesgo de contagio a tu pareja.
Los medicamentos antivirales más comunmente prescritos para tratar el herpes son:
- Acyclovr (Zovirax).
- Valacyclovir (Valtrex).
- Famciclovir (Famvir).
Cuando se diagnostica el virus del herpes simple por primera vez, el médico te prescribirá una serie de medicamentos. A lo largo del tratamiento, es posible que se prescriban nuevos medicamentos dependiendo de la gravedad de los brotes y de las necesidades del paciente.
- Tratamiento inicial: Después de que se diagnostica el herpes, el médico te recetará medicamentos antivirales durante un periodo de entre 7 y 10 días. Si a partir de los 10 días de administrar la medicación antiviral no se aprecian mejoras en los brotes, el médico puede continuar con el tratamiento durante unos días más.
- Tratamiento ocasional: Si experimentas pocos brotes, o, en intervalos irregulares, el médico te puede prescribir un medicamento antiviral para tomarlo cuando aparezcan nuevos brotes. Teniendo esta medicación a mano, puedes iniciar la medicación en cuanto detectes un brote y frenarlo rápidamente.
- Tratamiento regular: Si tienes brotes regulares, siendo la frecuencia de los mismos mayor de seis al año, habla con tu médico sobre la posibilidad de tomar la medicación antiviral todos los días. Esto se llama tratamiento supresivo. Quienes sufren brotes regulares y comienzan a tomar medicamentos a diario, frecuentemente experimentan una reducción de los brotes hasta en un 80%.
Tratamientos complementarios del herpes simple
Lava la zona afectada con agua caliente pero una vez termines, has de asegurarte de que el área queda completamente seca. A veces los médicos recomiendan sumergir la zona afectada en agua tibia para aliviar la comezón, el dolor o las molestias producidas por los brotes de herpes.
El sulfato de magnesio (sales de Epsom) o el acetato de aluminio (Domeboro) te ayudar a aliviar la zona afectada, aunque estos tratamientos no son recomendados habitualmente por los médicos.
- Limpiar las heridas con agua tibia y jabón. Mantener las ampollas limpias pueden ayudar a acelerar la curación.
- Cuando limpies la zona afectada agua caliente, trata de mantenerla seca. Si te resulta incómodo el uso de la toalla para secar la zona después de salir del baño, usa un secador de pelo en su lugar.
Usa ropa cómoda y transpirable. En cuanto a la ropa interior, lo mejor es que sea de algodón. La ropa ajustada de materiales sintéticos puede agravar los síntomas del herpes genital ya que este tipo de tejidos no suele dejar que la piel respire.
Si sus úlceras son muy dolorosas, pídele a tu médico un anestésico tópico para aplicar en las zonas afectadas. Aunque los tratamientos tópicos son generalmente menos eficaces que los tratamientos sistémicos, a veces se pueden ser útiles para tratar el dolor o el malestar.
Para calmar el dolor, es frecuente que el médico te recomiende tomar analgésicos como la Aspirina, acetaminofeno (Tylenol) o ibuprofeno (Advil).
Puedes probar una pomada que contenga propóleo. El propóleo es un material que se obtiene de la resina de los álamos. Un ungüento de propóleos al 3% (Herstat o coldsore-FX), aplicado a las lesiones del herpes, puede ayudar a curarlas.
En un estudio, se utilizó pomada de propóleo cuatro veces al día, durante 10 días, en 30 participantes. Posteriormente, 24 de 30 participantes que utilizaron propóleo durante el estudio reportaron que sus heridas se habían curardo, mientras que sólo 14 de los 30 participantes que usaron un placebo informaron de mejoras en sus heridas.
También puedes probar la planta Prunella vulgaris y las setas Rozites caperata. Ambos vegetales parecen aliviar los síntomas del herpes. La Prunella vulgaris se puede utilizar en un tratamiento con agua caliente para aliviar y curar las llagas, mientras que las setas Rozites caperata puede consumirse para ayudar a tratar las úlceras.
Remedios caseros para el herpes simple
A continuación puedes ver algunos tratamientos caseros contra el herpes cuya eficacia no está comprobada.
Utilizada durante mucho tiempo contra los resfriados y las infecciones, la equinácea es un remedio herbal natural que ha aumentado su popularidad en los últimos años. La equinácea puede tomarse extrayendo su jugo al exprimirla, o como una infusión (como si fuera té). Aunque muchas personas usan la equinácea para tratar el herpes, no existe ninguna base científica para decir que la equinácea ayude a tratar el herpes.
El bicarbonato de sodio es otra sustancia que se ha probado multitud de veces para todo tipo de cosas, desde neveras o axilas malolientes, como una pasta de dientes e incluso para el tratamiento del acné. El bicarbonato de sodio puede ayudar a secar las lesiones húmedas o supurantes, ayudando así a que desaparezcan más rápido. Como agente en polvo, el bicarbonato de sodio es limpio y absorbente, aunque actualmente no es un tratamiento que los médicos recomienden.
La lisina es un aminoácido esencial responsable de varias funciones del organismo (absorber el calcio, formar el colágeno, y producir carnitina, entre otros). En el caso de herpes, la lisina puede ayudar a prevenir un brote debido a que bloquea la arginina, otro aminoácido que favorece la reproducción del herpes. Sin embargo, se han realizado estudios en laboratorio y los científicos creen que la lisina es más útil para prevenir un brote que para tratarlo.
Puedes usar una bolsa de té frío para ayudar a controlar los brotes de herpes. Algunas personas piensan que los taninos que se encuentran en el té ayudan a tratar los brotes cuando ocurren. Su modo de empleo es el siguiente:
- Calienta el agua lo suficiente como para hacer una infusión e introduce la bolsa de té.
- Enfría la bolsa y poniéndola bajo el agua fría. Apriétala para eliminar la mayor parte de humedad.
- Aplica la bolsa de té sobre las llagas y manténla ahí durante varios minutos.
- Tira la bolsa de té y seca el área afectada usando una toalla limpia o un secador de pelo.
Puedes probar una crema de aloe vera para tratar las heridas. El aloe vera puede ser beneficioso para curar las lesiones de herpes, especialmente entre los hombres. La aplicación de la savia de aloe vera para las lesiones, y el secado a fondo después, puede reducir la duración del brote.
Prevenir los brotes de herpes simple
Los brotes de herpes se producen con frecuencia en momentos de estrés, durante enfermedades, desgaste físico (incluyendo la actividad sexual) y fatiga. Cuidar de sí mismo física y emocionalmente puede ayudar a reducir la frecuencia de los brotes.
Controlar el estrés y las emociones puede ayudarte a evitar la aparición de los brotes de herpes. Puedes realizar rutinas de actividades como la meditación, el yoga o la pintura para ayudar a mantener la calma y el equilibrio emocional. Practicar ejercicio regularmente también te puede ayudar ya que el ejercicio es una forma efectiva y natural de combatir el estrés. Estar en forma puede ayudarte a mejorar tu sistema inmunitario y prevenir la aparición de nuevos brotes de herpes.
Usa siempre preservativo en tus relaciones sexuales. Esto puede ayudarte no solo a proteger a tu pareja sino que también evitará daños en la piel que puedan producir un brote de herpes. Además es recomendable no practicar sexo durante los brotes. La proliferación del herpes puede extenderse a todo el área genital, lo que aumenta las probabilidades de transmisión. Si te preocupa transmitir la enfermedad a tu pareja, es recomendable limitar las relaciones a los periodos entre brotes y utilizando siempre preservativo.
Descanse lo suficiente. Mantener los niveles de energía mediante un sueño reparador, te ayuda a evitar los brotes de herpes y controlar el estrés físico y emocional. Trata de dormir de 7 a 8 horas cada noche y evita las actividades físicas de resistencia extremas (como maratones).
Evita las actividades que tengan un riesgo alto de contraer una enfermedad o infección. Lavate las manos con frecuencia y evita las zonas donde se pueden transmitir enfermedades con más facilidad (como salas de espera de los médicos y otras áreas donde se reúnen los enfermos). Mantener tu sistema inmunitario a plena capacidad es importante para mantener un estilo de vida libre de brotes de herpes.
- Las personas con herpes pueden transmitir el virus incluso cuando no hay síntomas o úlceras visibles. Es fundamental utilizar protección mediante el uso de preservativo durante el contacto sexual para evitar la transmisión del virus, incluso períodos en los que no se produzcan brotes.
- Tan pronto como te diagnostiquen herpes, debes informar a tu pareja y es recomendable que también se haga las pruebas. Los brotes iniciales suelen aparecer hasta 2 semanas después de la exposición y la infección, pero pueden ser leves o o pasar inadvertidos.
- Si en algún momento experimentas un brote de herpes grave y prolongado, es posible que necesites estar internado en un hospital para recibir medicación por vía intravenosa y y cuidados tópicos profesionales para tratar las ampollas.